Capítulo 7Portero no, encargadoEl corazón de un edificio late en el pecho del hombre que riega la vereda todas las mañanas.Por Pipi Spósito Maicas
Capítulo 11Alias BatatitaToda persona tiene su doble, y muchas palabras sinuosos significados.Por Pipi Spósito Maicas
Capítulo 12Con esta manoEl dr. Jeckyll y Mr. Hyde con bisturí y algunos plumines.Por Pipi Spósito Maicas
Capítulo 16El chupasangreVasilev de Faggioli sabía lo que se le venía encima cuando dejó de pagar su deuda...Por Pipi Spósito Maicas
Capítulo 18Al fileto¡Más que caja de Pandora, lo temible son las latas de tomates!Por Pipi Spósito Maicas
Capítulo 19La barra de la esquina¡Ya era hora de reunirse con todos los muchachos de la cuadra!Por Pipi Spósito Maicas
24 de febrero, 2021El Chile de Oski / Parte 4Travesías trasandinas de un dibujante.Por Judith Gociol y Claudio Aguilera
Paolo PinocchioLas garras del can malignoTodos vuelven al lugar del crimen, incluso los muñecos.Por Lucas Varela
SaturnoHotel ReginaUn crimen clásico en un hospedaje de Once: el cuarto estaba cerrado por dentro.Por Matías San Juan Pablo De Santis
Hércules MystEl que camina en la muerteEn la Patagonia, todos los caminos conducen a Kurt Marsten.Por Jorge Lucas
SaturnoBlanco y NegroUna fotografía con pistas falsas, y una tarea para el periodista de Bang!Por Matías San Juan Pablo De Santis
DoraBeit Mishpat / Judith ZylbermanMientras sigue el juicio a Eichmann en Jerusalén, en Argentina asoma sus narices un fascista de Tacuara.Por Ignacio Minaverry
Hércules MystEl despertarMonstruos en el bosque patagónico, sangre, y un niño con la fuerza de un dios reencarnado.Por Jorge Lucas
InframundoDespertateUn departamento nuevo no garantiza que se terminen las viejas pesadillas.Por China Ocho
DoraBeit Mishpat / Percy AdlerUna velada plagada de hunos y una presentación que puede derivar en una cacería.Por Ignacio Minaverry
Hércules MystLo que acecha en la niebla oscuraEn el interior de un bosque patagónico se esconde lo inesperado. Cap.: 4Por Jorge Lucas
InframundoVagaPasó la noche, pasó la fiesta, y a Carolina ahora solo le queda una monstruosa sensación.Por China Ocho